Antes de comenzar, feliz año 2024 a todos los que os acercáis por aquí. Muchísimas gracias por seguir apoyando este proyecto que nunca imaginé que llegaría hasta donde ha llegado y que recibiría toda la ayuda que estoy recibiendo. Porque cuando comencé a escribir este blog pensé que se reduciría a contar cómo ha sido mi camino con el MM y su tratamiento, pero una vez llegado al final, ya no habría más que contar. Sin embargo, todos vosotros me habéis nutrido de muchos más aspectos de la enfermedad que yo no había sabido apreciar.
Personalmente, el año 2023 ha sido algo agridulce. En lo referente a la enfermedad, se consolida mi estado de enfermedad mínima residual negativa, es decir, sigo limpio, lo cual es una gran noticia. Y en cuanto al tratamiento, he seguido con mis dosis diarias de lenalidomida de 10 mg de mantenimiento y una dosis mensual de ácido zoledrónico. Proseguí con el calendario de vacunas tras el trasplante sin novedad reseñable, salvo alguna que otra reacción sin mayor importancia cuando se me suministraban varias vacunas en un mismo día.
Nuestro grupo de WhatsApp siguió recibiendo nuevos integrantes y observamos con alegría cómo muchos de los componentes habituales pasaban por sus trasplantes, algunos con mayor incidencia que otros, pero al fin y al cabo, obteniendo ese ansiado final de tratamiento. Esa meta a la que nos vamos preparando mes a mes, recibiendo nuestros ciclos.
Además, le dimos forma a ese grupo. Quisimos vestirlo de manera elegante para que dejara de ser un simple grupo de WhatsApp y darle un aspecto algo más serio o institucional. Para ello, creamos un logotipo y le pusimos un nombre: ‘Grupo Internacional de Personas con Mieloma Múltiple (GIPMM)’. Incluso creamos sus redes sociales en la que suministramos información de interés para todos aquellos interesados en mantenerse al día con las noticias que surgen alrededor de nuestra enfermedad.
Realmente sigue siendo lo mismo de siempre, es decir, un lugar en el que los integrantes nos apoyamos mutuamente. Un lugar en el que los nuevos miembros cuentan con los consejos de la experiencia de los que ya hemos pasado por ciertos procesos. Un lugar en el que tender una mano a muchas personas, pacientes o cuidadores de pacientes, que se sienten perdidos o incomprendidos.
Un lugar en el que a nadie se le exige nada. Un lugar en el que no hay una jerarquía. Existen dos administradores, entre los cuales me encuentro, pero nuestro trabajo siempre es en pro de una buena convivencia entre todos a través del respeto mutuo y el cuidado de los unos a los otros.
En agosto tuve la suerte de conocer a una de las integrantes de ese grupo del otro lado del océano. Laura, argentina, que visitó España en verano, pasó unos días en Málaga, mi ciudad, y nos encontramos. Fue un encuentro muy bonito y muy divertido. Ambos nos sentimos muy cómodos desde el principio. Existió una familiaridad inmediata entre los dos, a pesar de que Laura no es de las integrantes más activas, pero la pertenencia a una misma familia, la de los pacientes de MM, provocó que el entendimiento fuese instantáneo.
Pero en este ya pasado 2023 también he tenido un momento muy doloroso. El que fue mi compañero de vida durante 14 años, mi perro, Golfo, tuvo que marcharse.
Fue una decisión necesaria pero muy difícil. Era algo que siempre temí, pero recordaba las palabras de Santi, su veterinario, cuando un día de hace muchos años me dijo: ‘si llega el momento, te darás cuenta de que es un acto de amor y generosidad’. Así fue. Apenas podía ya con su cuerpo. Ya no quería andar, estaba desorientado, apenas veía. Mantenerlo así no tenía sentido. Estaba ya agotado.
Por petición popular, por fin me animé a escribir mi libro. Un libro que, a fecha de hoy, ya está terminado y que cuenta con el inestimable apoyo de mi hematóloga, la Dra. García, en el prólogo y con la generosidad de María, una nueva maravillosa amiga que me ha regalado el 2023, como correctora, ¡y sin cobrarme nada!
Me siento muy satisfecho con el resultado final. He conseguido plasmar mi historia de la manera que quería y con un título que no voy a desvelar, pero que me hace mucha ilusión porque surgió de una manera muy casual con un comentario de mi sobrina Candela en una comida familiar. Un comentario que a priori era una broma, pero que nos llamó la atención a todos y nos pareció el título apropiado.
Y hay más sorpresas, porque no es la única colaboración. Existe otra que tampoco voy a desvelar ahora pero que también me ilusiona, porque, como ocurre en este blog, me encanta poder contar con la ayuda de gente cercana a mí en mis proyectos personales
Por último, la gran noticia: el final de este año me ha obsequiado con la noticia de mi vuelta a mi vida normal, la que perdí hace ahora algo más de tres años. El 11 de enero de este 2024 vuelvo a mi trabajo. Un acontecimiento muy importante porque supone cerrar un círculo que se abrió a finales de noviembre de 2020 con mis dolores en el hombro derecho y se abrió aún más el 25 de marzo de 2021 cuando fui diagnosticado con un cáncer incurable.
Mis deseos para el próximo año son los mismos de siempre. Personalmente, deseo que la enfermedad siga tranquilita, tal como está, y que no me joda más. Deseo seguir conociendo gente tan interesante como la que he ido conociendo en estos años atrás. Deseo seguir riendo con mi ‘familia mielomita’, como nos denominamos en el grupo gracias a una ocurrencia de Claudia, una de las integrantes.
Por supuesto, deseo que en mi familia estemos todos bien, que mis hermanas sean felices, que mis sobrinos vean cumplir sus sueños, y que, el nuevo, mi sobrino nieto, siga creciendo tan guapo como hasta ahora pero que pare ya de comer, ¡porque se lo come todo!
A todos los integrantes de mi grupo, lo mejor, por supuesto. Que los que han sido trasplantados reafirmen su mejoría; que los que han recaído sigan adelante con toda la fuerza necesaria y que, si flaquean, ya saben que cuentan con nosotros; que los que están en el camino a sus ansiados trasplantes en 2024 les llegue pronto y tengan los mejores resultados. En general, que sigamos adelante con todo y sin mirar atrás ni un sólo segundo.
Por último, al MM le deseo lo peor. Podría decir que no es algo personal, pero sí lo es. Así que, si el MM se puede ir al carajo o más lejos, mejor. Es lo que deseamos todos. ¡No lo queremos ver más!
¡Muy feliz año 2024 a todos!